Mito Achagua - Origen de los seres
Los Achaguas se ubican en la margen derecha del río Meta, comunidad de Umapo en el municipio de Puerto López, Colombia. La población estimada es de 280 personas, repartidas en un perímetro de 3.318 hectáreas. Su lengua pertenece a la familia lingüística Arawak. El siguiente mito de los Achaguas sobre el origen de los caribes, fue tomado del libro Colombia: Mitos y Leyendas del autor Luis María Sánchez.
En el mundo de los achaguas hubo una serpiente que no sólo los mataba a ellos sino a los habitantes del Orinoco, y como estaba acabando con todos, imploraron a Purú, su dios creador, para que los socorriera, y como hasta él llegaron y fueron escuchadas las plegarias, un día les envió a su hija, la cual mató el animal y lo arrojó lejos.
Los indios, felices por el acontecimiento, realizaron grandes festividades en honor de Purú y de su hija, y mientras bailaban y bebían, la culebra se podría a la intemperie y de su cuerpo en descomposición brotaban por doquier gusanos que una vez tocaban con su cuerpo en tierra se convertían en indios caribes, sus posteriores mortales enemigos.
Cuenta la leyenda que así como la serpiente fue tan feroz y sangrienta con los achaguas, así también el hombre y mujer en que cada gusano se volvía, se convirtieron en los indios pertenecientes a esa tribu sanguinaria que más tarde tantos daños les causó, y creen que esta fue la manera como la serpiente se vengó.
ORIGEN MÍTICO DE LA LENGUA
ACHAGUA
Cuenta el mito del pueblo achagua
sobre el origen de la lengua que estos vivían en un lugar oscuro llamado
manofuera con muchas cuevas en donde nacían los clanes Cumanaica representados
en la danta, los Arrepiche simbolizados en el venado, los Camoa en los clanes
del agua, apellido ahora extinguido en la comunidad indígena, los Cavarte en el
matraco o Martín Pescador pájaro que pertenece al rio, y los Cuniche
simbolizados en la mojarra.
Cuentan los ancianos que no había
personas y que la procedencia humana es de los animales. Los Manchay fueron
originalmente achaguas ahora mezclado un poco con los piapocos. Estos clanes
salen de las cuevas oscuras estuvieron muy poco tiempo en ellas, vivían
desnudos, sin conocer la ropa. Hasta que encuentran un lugar de día, hay luz,
claridad, en el que pueden ver, llegan a un desierto y aparece el hombre
blanco, velando, siempre despierto para los momentos de la repartición de la
lengua y las riquezas.
Los achaguas en este desierto
tenían su propio Dios, Kuwey ente espiritual que permitía comunicarse con los muertos,
cantan el cántico bajando así el espíritu y le preguntan por los muertos de que
murió. Kuwey dice que a las doce en punto se oirán las campanas del cielo
anunciando que va a venir riqueza. La voz de Kuwey bajó, cuando escuchó esto el
hombre blanco que no dormía despertó a los achaguas, sikuanis, piapocos y
sálivas, hizo un disparo, los otros lanzaron puyas al aire, alarmado y
sorprendidos con la presencia del gran Dios. Kuwey repartió todo, puso curare,
cerbatanas, puyas a los achaguas y solo se entenderán en la lengua con los
achaguas, piapocos con piapocos, sálivas con sálivas, sikuanis con sikuanis,
"pero ustedes no entenderán al blanco", y este tomó otro camino. Los
achaguas, encontraron el árbol grande llamado Chumachumari,alimento alrededor
del cual se alimentaban muchos animales, lapas, loros, chiguire, entre otros,
el único que no participó es el piapoco o también llamado yátaro. Es en este
momento cuando nace todo el arte de los achaguas, encontraron el conocimiento,
inteligencia, saber concentrarse para encontrar el peligro, ciencia, sabiduría
y la comunicación con la gran lengua Achagua.
Wilson Vera Lomelin
Li. ciencias sociales
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